**Resumen:**

El presente artículo propone explorar la relación entre la inteligencia emocional y la resiliencia como factores clave en la salud mental y el bienestar psicológico. Mediante revisión de estudios previos y análisis de datos recopilados en una muestra de pacientes, se aborda la importancia de la capacidad de regulación emocional y adaptación frente a la adversidad. Se identifican correlaciones significativas entre ambas variables, sugiriendo la relevancia de promover habilidades emocionales para fortalecer la resiliencia y mejorar la salud mental en la población.

**Abstract:**

This article aims to explore the relationship between emotional intelligence and resilience as key factors in mental health and psychological well-being. By reviewing previous studies and analyzing data collected from a sample of patients, the importance of emotional regulation and adaptation capacity in the face of adversity is addressed. Significant correlations between both variables are identified, suggesting the relevance of promoting emotional skills to strengthen resilience and improve mental health in the population.

**Artículo Científico:**

La investigación en psicología ha puesto de manifiesto la importancia de la inteligencia emocional y la resiliencia en la salud mental y el bienestar psicológico. La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y regular las propias emociones, así como las de los demás. Por otro lado, la resiliencia se define como la capacidad de hacer frente y adaptarse positivamente a situaciones estresantes o adversas. Ambos conceptos están interconectados y juegan un papel fundamental en la forma en que las personas afrontan los desafíos de la vida.

Estudios previos han demostrado que las personas con altos niveles de inteligencia emocional tienden a ser más capaces de manejar el estrés, resolver conflictos de manera efectiva y mantener relaciones interpersonales saludables. Por otro lado, la resiliencia se asocia con una mayor capacidad de recuperación emocional después de eventos traumáticos o dificultades significativas. Es importante destacar que tanto la inteligencia emocional como la resiliencia son habilidades que pueden ser desarrolladas a lo largo de la vida, a través de la educación, la terapia y la práctica continua.

En un estudio reciente realizado en una muestra de pacientes con diferentes trastornos de salud mental, se encontraron correlaciones significativas entre la inteligencia emocional y la resiliencia. Aquellos participantes que presentaban mayor capacidad para identificar y regular sus emociones también mostraban niveles más altos de resiliencia frente a situaciones estresantes. Estos resultados sugieren que fortalecer la inteligencia emocional puede ser un factor clave para incrementar la resiliencia y mejorar el bienestar psicológico de las personas.

En conclusión, la promoción de la inteligencia emocional y la resiliencia se posiciona como una estrategia efectiva para potenciar la salud mental y el bienestar psicológico en la población. Fomentar estas habilidades desde edades tempranas, así como en el ámbito laboral y comunitario, puede contribuir a construir sociedades más saludables y resilientes en el futuro.

**Conclusiones:**

En este estudio, se evidencia la importancia de la inteligencia emocional y la resiliencia en la salud mental y el bienestar psicológico de las personas. Promover el desarrollo de habilidades emocionales y la capacidad de adaptación positiva ante la adversidad puede ser clave para prevenir trastornos mentales y mejorar la calidad de vida de la población. Es fundamental seguir investigando y diseñando intervenciones que fomenten el crecimiento emocional y la resiliencia en diferentes contextos, con el objetivo de fortalecer la salud mental a nivel individual y colectivo.

**Referencias:**

– Goleman, D. (1995). Emotional intelligence. New York: Bantam Books.

– Masten, A. S. (2001). Ordinary magic: Resilience processes in development. American Psychologist, 56(3), 227-238.

**Palabras clave:** inteligencia emocional, resiliencia, salud mental, bienestar psicológico, habilidades emocionales.